BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO (Sevilla, 1617 - 1682) - El Niño Jesús dormido sobre la cruz

BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO (Sevilla, 1617 - 1682)

"El Niño Jesús dormido sobre la cruz".
Óleo sobre lienzo

 El Niño Jesús aparece aquí placidamente dormido rodeado por los atributos de su martirio, y con una mano suavemente apoyada sobre una calavera, símbolo premonitorio de la Pasión y muerte que le espera. La primera imágen que sobre esta iconografía conocemos es un grabado de Giacomo Francia (c. 1486 - 1557) en el que la imagen de Jesús dormido viene acompañado por una frase del Cantar de los Cantares " Ego dormio et cor meum vigilat", haciendo alusión a que aunque el cuerpo duerma, el alma siempre está vigilante. Según Benito Navarrete, Murillo debió inspirarse en la figura del Niño que aparece en el grabado de Francesco Vanni (Siena, 1563 -1610) Virgen en adoración al Niño Jesús dormido, aislándolo pero conservando el tono melancólico de Vannni. (Navarrete Prieto, B. "La pintura andaluza del siglo XVII y sus fuentes grabadas". Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispánico. Madrid, 1998. pp. 292, fig. 628).
Son conocidas varias versiones de este tema realizadas por el maestro hispalense, la más conocida la hoy conservada en el Museo del Prado, pintada hacia 1660, de composición prácticamente idéntica a la que aquí presentamos, variando solo en el color y los pliegues del paño sobre el que reposa el Niño, de tamaño muy similar al que aquí presentamos (64 x 88,5 cm. ) y publicado en Japón, R. "Bartolomé Esteban Murillo. Niño Jesús dormido sobre la cruz". En: Guido Reni, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2023, pp. 338 - 339, nº 70. Si comparamos nuestro Niño con el del Museo del Prado observamos a un Murillo que sujeta más el pincel, indicándonos que nuestra versión debe ser una obra de juventud, quizás la primera de las versiones que de este tema hizo y que tanto se popularizó en la Sevilla del siglo de Oro.
 
Se adjunta certificado del prof. Enrique Valdivieso.

Medidas:63,5 x 86 cm.